¿Cuál es la profundidad adecuada?

Este es otro de los puntos en donde las piscinas fallan a la hora de la idea original o proyecto. La creencia difundida de que cuanto más profunda mejor, es totalmente errónea. Por nuestra parte encontramos al menos 3 puntos que lo harán reflexionar sobre esta decisión:

- Incrementa los costos de construcción: una piscina más profunda significa un vaso más grande, lo que a su vez requiere más materiales de construcción (hormigón, hierro de construcción, etc.) y un pozo más grande (más mano de obra). De la misma manera, una mayor cantidad de agua requiere de equipos más potentes (bomba, filtro, etc.) que estén acordes a las mayores dimensiones. Por ejemplo, no es lo mismo recircular 20 m3 en 6 horas que 25 m3 en las mismas 6 horas. El consumo eléctrico y de insumos para el mantenimiento (cloro, sales, alguicidas, etc.) es también mayor.

- Incrementa los tiempos de calentamiento: si no se dispone de un equipo de calefacción, los primeros días de calor son perdidos para disfrutar en la piscina. Esto es porque la mayor cantidad de agua hace que la inercia térmica inicial sea elevada para poder disfrutar de manera inmediata. Las menores profundidades hacen que el calentamiento inicial sea más rápido.

- Dificulta la permanencia de las personas de menor estatura: hemos constatado que las personas de baja estatura pasan prácticamente todo el tiempo sobre los bordes de la piscina, sin poder disfrutar todas las posibilidades que da el agua.

Cuál es entonces la profundidad adecuada? Resulta difícil establecer una regla. En todos los casos depende de los hábitos y conformación del grupo familiar, así como el destino de la piscina y de las preferencias personales particulares. Como medida genérica podemos establecer que no debe superar 1,40 metros de profundidad en el sector más profundo (con un mínimo recomendable de 1,10 metros). Esta profundidad claramente no es compatible con una piscina para familias con niños pequeños, es por eso que es recomendable la creación de los denominados “solárium húmedos”. Estos son sectores de mínima profundidad (alrededor de 30 cm. al pelo de agua) en donde los niños pequeños pueden realizar las tan beneficiosas actividades recreativas dentro del agua, y los más grandes pueden sentarse (ya sea sobre el fondo o ingresar con reposeras dentro de la piscina) o recostarse y no requerir estar tomados de ningún borde.

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